A lo largo del tiempo, se a buscado pruebas para entender esta nueva adicción que se está desatando en poco tiempo en el mundo entero, todos hemos cometido el pecado de probar la comida rápida, y aunque no tienes por qué asustarte por la hamburguesa que anoche te comiste, si debes prestarle atención si comes muy frecuentemente este tipo de alimentos. La adicción a la comida chatarra va más allá de lo que conocemos, y es que se compara con la heroína y otras adicciones como el tabaco o el alcohol, parecería exagerado, pero no lo es. La comida chatarra ha jugado un papel importante en el aumento de enfermedades como: obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, enfermedades gastrointestinales y muchas otras más que han traído un aumento de muertes anuales. Pero aun así la seguimos comiendo ¿Por qué es tan adictiva este tipo de comidas y como las puedo dejar atrás?
¿Por qué no paramos de comerla?
Déjame empezar diciéndote que no te castigues si sientes que eres adicto a la comida rápida, muchos al igual que tú sienten ese placer al comer, pues el cerebro está liberando altos niveles de dopamina un químico cerebral encargado del placer, el mismo que se libera al consumir algunas drogas como heroína o tabaco y también, en cualquier actividad que termine siendo adictiva. Este tipo de comida por sus ingredientes, formas de preparación y altos niveles de ultraprocesados de azucares, grasas, sales, cafeína y muchos otros ingredientes; vuelven a este tipo de comida en una adicción de querer más.
Además de la razón principal para crear adicción a este tipo de comidas, sus precios siempre son bastantes accesibles, al igual que su imagen suele ser muy llamativa y de colores cálidos que te incitaran a comerlos. Todas estas estrategias estudiadas con esta finalidad, hacen que se cree una dependencia a la comida rápida y en poco tiempo esta adicción empieza a reflejar los primeros síntomas de esta alimentación.
Desde problemas físicos hasta problemas internos a nivel de salud. Esto a largo plazo, también repercute en nuestro estado emocional. Pudiendo llegar a sentirnos culpables por la conducta compulsiva hacia este tipo de comida. A veces del apuro solo queda el cansancio, el salir rápido, el día a día, la baja organización, nos puede llevar a tomar la solución "más rápida" pero no la más saludable para ti.
¿Consecuencias?
1. Aumento de peso:
La primera consecuencia de este tipo de alimentación, es el aumento de peso por obvias razones, las cantidades de grasas provenientes en muchos casos de orígenes animal o industrial hacen un cóctel de calorías que harán que rápidamente notes un cambio en tu imagen.
2. Enfermedades de diferentes orígenes:
La hipertensión está asociada al exceso de sales en los alimentos, así como la diabetes tiene relación con el exceso de azucares, paros cardiovasculares relacionados al exceso de grasas acumuladas en arterias, y problemas intestinales por problemas para digerir correctamente estos alimentos, quedando residuos en nuestro organismo. Son muchas las razones y enfermedades que podemos encontrar por el exceso de comida rápida, estas son solo algunas y las principales que nos acarrea una adicción a este tipo de comidas.
3. Deficiencia en vitaminas y nutrientes:
Es más que obvio que al poseer una alimentación pobre en vitaminas y nutrientes para el cuerpo, empecemos a sentirnos fatigados, sin motivación y de mal humor. La comida rápida por sus ingredientes procesados, y llenos de conservantes y otros químicos, pierde gran parte de sus valores nutricionales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
3 Tips para ayudarte a salir de la comida rápida:
1. Analiza la situación con la comida que tengas problema:
Es importante que seas muy honesto contigo a la hora de responder con cuantas y cuales comidas son un problema de adicción en tu vida y no aportan casi nada o nada de la tabla nutricional. Luego tendrás que ir trabajando en base a esas comidas para irlas eliminando de una manera gradual, sustituyéndola por algo saludable.
2. Organízate para preparar tus comidas:
Muchas veces nuestra adicción a la comida rápida viene de la frase “No tengo tiempo para cocinar”… La realidad es otra, y sabemos que es así, hoy en día podemos encontrar en segundos miles de recetas fáciles de preparar y con ingredientes sanos y disponibles en diferentes sitios. Organiza mejor tu rutina diaria y deja un espacio para cocinar algo sencillo pero completo en cuanto a nutrientes, lo ideal es que tu puedas preparar tu propia comida.
3. Disfruta la comida saludable:
Dejar atrás la comida rápida no significa que tengamos que hacer dietas extremas o dejar de comer, por el contrario, puedes disfrutar de comer pero de manera saludable y beneficiaria para tu cuerpo. Cambia la golosina por una fruta, la soda por agua natural, prepara tus comidas como gustes de manera sana y sin exceder limites.
En conclusión, nos encanta la comida rápida por sus sabores fuertes y esos altos niveles de azucares y grasas; ya que segregan en nuestro cerebro neurotransmisores, regalándonos placer y haciendo que queramos más. No nacemos con dependencia a este tipo de comidas, así como tampoco estamos acostumbrados a niveles elevados de alimentos ultraprocesados, el cuerpo crea adicción a esta sensación y por ello, nos pide más. Llevándonos a un círculo vicioso que trae una mala alimentación y enfermedades consigo.
Es momento que hagamos un cambio, dejemos atrás este tipo de comidas y empecemos a tratar nuestro cuerpo con más interés y responsabilidad cuidando de aquello comemos, la comida no debe ser un castigo, por el contrario:
Comentários