Es común escuchar a personas hablar sobre su deseo de perder peso de la forma más rápida posible y el hecho de fijar su objetivo a un número. Cuando en realidad el objetivo va más allá de las medidas, pues no solo es los números de la báscula sino cómo te sientes contigo mismo. De nada sirve que llegues a tu peso ideal si la transformación personal no va de la mano. Es una serie de hábitos por modificar, el amor propio por trabajar y alimentarlo cada día con autoaceptación, autocuidado y autocompasión. Respetando tus propios tiempos y evitando comparaciones. Solo así, una dieta podrá tener el éxito esperado.
Podemos ver personas que inician una dieta y desisten luego de un tiempo, volviendo a sus viejos hábitos, o por el contrario, logran bajar de peso, pero no hay satisfacción con su imagen y consigo mismos. ¿Cuál es la solución para ello? Enfrentar el problema real, la raíz psicológica del asunto, evaluar cual es la relación que tienes con la comida ¿es tu amiga o tu enemiga?
Comer por emoción, nos lleva a tener atracones, a evadir los problemas y situaciones mediante la comida porque no hay una gestión emocional adecuada. Esto por supuesto, si es frecuente, puede llevarte a tener sobrepeso.
En España, las cifras de sobrepeso son elevadas. Según el informe elaborado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) el 80 % de los hombres y el 55 % de las mujeres presentará obesidad (IMC superior a 30) o sobrepeso (IMC entre 25 y 30) en el año 2030. Debido a ello, hoy quiero comentarte cómo puedes lograr adelgazar con éxito.
Principalmente, tienes que saber que el trabajo personal requiere de disposición puesto que, nadie más podrá hacerlo por ti. Analicemos ahora, que factores están detrás de la pérdida de peso:
1- Ten propósitos alcanzables
Planifícate, la meta final tienes que desglosarla en pequeños propósitos a corto plazo que vayan cónsonas a lo que deseas lograr al final. Adelgazar lleva su proceso, por ello es importante buscar asesoría con especialistas que puedan indicarte exactamente cuál es tu peso ideal y cuanto peso tienes que bajar. Esto es muy importante para que no te excedas si lo haces por tu cuenta.
2- Trabajar en tu autoestima
Aunque suene trillado, la autoestima es uno de nuestros pilares para la vida. Constituye el conocernos, el concepto propio, la imagen que tenemos de nosotros mismos, aceptar lo que somos incluye las cualidades positivas y aquellas cosas que hay que trabajar. Te preguntaras, ¿Cómo influye esto en la dieta? En que si estamos en una dieta pero no estamos a gusto con la imagen que vemos en el espejo, ni tenemos una buena relación con nosotros. Sea cual sea el peso que tengamos, nunca será suficiente.
Trabajar en tu autoestima, te hará tener mayor confianza en ti, porque te gusta cómo te ves, porque ves mejorías en tus hábitos, te sientes bien con los cambios que tienes y eso te da seguridad, en general, es una nueva relación contigo.
3- Deshacerte de creencias limitantes:
A esto me refiero a los “no puedo” a esa barrera que te colocas entre el objetivo y tú. Aunque son inconscientes, son cosas que hay que aprender a debatir y enfrentarlas. Son complejas y salen de forma automática, puesto que, están instauradas en nosotros desde que somos niños. Representan nuestra manera de ver al mundo y a nosotros mismos. Quiero preguntarte entonces, si tuvieras una hermosa pintura enfrente, ¿la vez en su totalidad? ¿O tomas una lupa y te fijas en el mínimo “error” que tiene la obra de arte? A veces nosotros no vemos la gran obra de arte que somos, sino tomamos esa lupa para fijarnos y criticarnos por mínimos detalles. Cada vez que pienses en iniciar una dieta y se te venga a la mente el pensamiento del “no puedo” atrévete a desafiar ese pensamiento: ¿en realidad no puedo? ¿Qué me impide no hacerlo? ¿Quién me dijo que no podía lograr lo que yo me proponga?
4- Evita compararte:
Este punto es muy relevante, ya que los tiempos de cada persona son distintos. Tu no vas al mismo ritmo que tu amiga, modelo o a la persona que tengas de referencia, cada cuerpo reacciona diferente y no hay de qué preocuparse. Es parte de la vida, simplemente somos distintos. Con la única persona que puedes compárate es contigo mismo, para saber cómo has mejorado y evolucionado en el tiempo.
5- Busca formas de gestionar tus emociones:
El hambre emocional es diferente al hambre fisiológica. Si una persona come motivado por una emoción (tristeza, rabia, aburrimiento, ansiedad, estrés, etc) puede caer fácilmente en atracones de comida que no permitirán cumplir el objetivo de adelgazar. Esto sucede porque no hay una adecuada gestión de las emociones. Es importante poder detectar en que momento tienes hambre emocional y que emoción estas sintiendo. Para poder darle otro manejo sin que haya comida de por medio. Tienes que saber que el hambre emocional es un mensajero que nos dice que hay algo que tenemos que resolver.
En conclusión, como viste llevar un proceso de dieta va mucho más allá del peso. Pues hay diversos factores que no se ven en un primer plano. El compromiso de llevar una dieta, no es con tu nutricionista, ni con el equipo de fitness. Es un compromiso contigo, llévalo de la mano con tu transformación personal y verás que los resultados serán tan grandes que no se limitarán a un número, sino que se reflejara en ti y en tus relaciones personales.
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