1- Identifica si tienes hambre fisiológica o hambre emocional: Ésta suele ser muy particular, porque surge de repente, sientes necesidad de comer sin tener hambre y puede apetecerte algún alimento en concreto. Es muy importante aprender a identificarlo para poder corregirlo.
2- Practica el autocontrol: Cuando sientas el impulso por comer, puedes hacer un ejercicio de respiración para aprender a hacer un stop. Vas a respirar profundo y calmadamente 3 veces. La respiración 4,7,8 te ayudará a recuperar el control de tus emociones. Inhalas 4 segundos, mantienes la respiración durante 7 y finalmente, exhalas en 8 segundos.
3-Gestiona tus emociones: Aprende a darle otra salida a tus emociones, puedes escribir lo que sientes o hablar con alguien de confianza. Esto te ayudara a aliviarte, desahogar las cargas que puedas tener y evitara que busques la comida como refugio.
4-Practica algún hobbie: busca otra alternativa más saludable para los momentos de ansiedad, como salir a dar un paseo, leer, escribir, dibujar, hablar con alguien, etc.