1- Mejoras tu calidad de vida: Al comer saludable e instaurar nuevos hábitos como el realizar ejercicio físico, mejoras tu estado salud y aumenta tu bienestar psicológico.
2- Aumenta tu Autoestima: Porque te cuidas, sabes que te hace bien y que no. Por tanto, elegir conscientemente lo que te ayude a ser mejor siempre será un acto de amor propio.
3- Mejoras tu relación con la comida: aprendes a comer equilibradamente. Evitas los excesos.
4- Te conviertes en un ejemplo: En el caso de tu familia, hijos o personas cercanas, el ver que estas adoptando nuevos hábitos y ver todos tus cambios, es una motivación para seguirte.