Las metas y objetivos impulsan la gran mayoría de nuestras acciones, debido a que son la representación de lo que queremos o deseamos. Sin embargo, muchas veces no sabemos a ciencia cierta como lograrlas.
Bueno, que tal si empezamos por como plantearnos esas metas y objetivos. Plantearse una meta debe ser un proceso bien pensado y analizado para que así logremos los resultados. Por eso, al plantearte tu meta te recomendamos hacerlo en base a las siguientes características:
Escribe tus objetivos! Donde quieras, pero escríbelos. Todo proceso necesita ser llevado a cabo mediante un plan de acción, por eso es tan importante escribir nuestros objetivos. Además del hecho de que escribirlas nos ayuda a recordarlas.
Fija objetivos específicos y cuantificables. Las nociones vagas no son metas. Es importante que definamos lo que queremos, lo especifiquemos y determinemos como mediremos los avances.
¡Realiza una línea de tiempo! Todo tema su tiempo, en especial los sueños. Porque si fuese algo muy fácil o que ya tenemos no querríamos alcanzarlo. Por eso es importante que nos tracemos una serie de pasos a seguir y un intervalo de tiempo (racional) en el que trabajaremos para alcanzar esa meta.
Los objetivos o metas deben ser reales. No podemos proponernos lograr algo sobre lo que no tenemos absoluto control. Así que es importante fijarnos objetivos reales en cuanto a tiempo, a eso que queremos y a la medida en la que lo conseguiremos. Es decir, el tiempo, el esfuerzo y lo que se va a lograr deben ser tan racionales y reales como proporcionales, no solo entre sí, sino también a nosotros y nuestras características.
¡Eso que quieres lograr debe tener un significado! Lo que nos proponemos debe ser especial, debe motivarnos y ser algo positivo o bueno para nosotros. Las metas deben tener un valor especial, porque son una ganancia que resulta de trabajar por ellas.