Cuando hablamos del cuidado de la piel solemos pensar en el cuidado tópico, es decir, en todo lo que podemos hacer externamente; como hidratarla, hacernos tratamientos, exfoliarla, entre otros. Pero lo que comemos también es bastante determinante.
Aquí tenéis 2 alimentos básicos:
Salmón: es una de las mejores fuentes de vitamina D, la cual tiene propiedades antiinflamatorias y es rica en ácidos grasos Omega 3, que refuerzan la barrera protectora de la piel.
Nueces: es rica en ácido fólico, una vitamina del grupo B esencial en el proceso de renovación celular. También tienen un alto contenido en antioxidantes, como vitamina E, vitamina A, zinc y selenio, lo que las hace excelentes para combatir el estrés oxidativo.