A veces no somos conscientes del hecho de que somos seres integrales. Esto se hace evidente principalmente en aquellas situaciones en las que nuestro bienestar se ve perjudicado.
Normalmente, asociamos la alimentación con muchos aspectos de nuestras vidas, como el estilo de vida que llevamos, la rutina, nuestros niveles de estrés y de ansiedad, entre otros. Pero la falta de sueño es probablemente una de las pocas cosas con las que no solemos relacionar a la alimentación, aunque sin duda alguna, como todo lo demás, puede influir notablemente. Esto debido a que el acto de dormir es muy importante para que nuestro organismo pueda llevar a cabo muchas de sus funciones principales.
Bueno, si te has propuesto perder peso, puede que esta falta de sueño te dificulte llegar a tu objetivo. Aquí tienes lo que debes tomar en cuenta:
Cuando no descansamos lo suficiente, los niveles de Leptina (hormona que disminuye el apetito) disminuyen, en cambio, los de Grelina (hormona que estimula el apetito) aumentan, haciendo que esas personas que no descansan lo suficiente sean más propensas a tener ingestas más abundantes.
Con la restricción de sueño los niveles de Cortisol (hormona del estrés) en sangre se ven aumentados, una consecuencia que dificulta la perdida de grasa corporal.