Como nos sentimos es algo totalmente determinante sobre como actuamos. Y no solo las emociones o sentimientos momentáneos, sino también los estados de ánimo, que son constructos relativamente más constantes en un determinado periodo de tiempo. Por eso es tan importante prestar atención a cuando estos estados de ánimo se vuelven mucho más permanentes y son desadaptativos. En este sentido, la ansiedad es un estado de ánimo bastante común, pero momentáneo. Llega específicamente cuando hay algún peligro o algo está poniendo en riesgo nuestra existencia o nuestro bienestar.
Pero, la ansiedad también puede llegar a ser desadaptativa o patológica, permaneciendo y fortaleciéndose aun cuando no hay razones físicas aparentes para luchar contra algún peligro. Esta es la ansiedad que se suele relacionar al aumento de peso. Pero el aumento de peso y la ansiedad tienen una relación compleja, es decir, la situación no es tan directa como solemos creer. Esto debido a que el aumento de peso puede ser un síntoma de ansiedad, pero nunca es el único signo de ansiedad. Aquí hay 2 factores que son relevantes más no necesariamente determinantes:
1. Comer en exceso: esto puede deberse a dos razones. La primera tiene que ver con que algunas personas encuentran que la comida proporciona una valiosa herramienta de afrontamiento, porque químicamente les permite liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo. La segunda razón tiene que ver con que algunas personas experimentan más hambre cuando están estresadas. Pero esto es algo que evidentemente depende de cada caso.
2. La producción de Cortisol: el cortisol es una hormona que hace que la grasa se acumule alrededor de la sección media del cuerpo, lo que hace que a la persona le cueste mantener su peso ideal.