Cuando nos fijamos una meta, la constancia y el trabajo duro son imprescindibles. Sin embargo, cuanto más nos esforzamos, más rápido podemos llegar a cansarnos o inclusive a aburrirnos de la meta y esto hace que nos planteemos abandonarla, desistir e inclusive hacer cosas que solo nos alejan de ella, como salirnos de la dieta.
Entonces, ¿qué debemos hacer para evitar sobresaturarnos o agotarnos?
¡Sencillo! A veces es necesario bajar el ritmo. Pero no te asustes. Bajar el ritmo no significa trabajar menos y parar la dieta o el ejercicio. Por el contrario, bajar el ritmo significa ser un poco flexibles con nosotros mismos. Comprender que es normal estar cansados o abrumados y tomarnos el tiempo de hacer cosas que nos ayuden a relajarnos y no perjudiquen la meta. ¡Como hacer yoga, dar una caminata, ver algo en la TV entre otros!