En Internet podemos conseguir muchas sugerencias de dietas y formas de adelgazar. ¿Pero realmente son todas saludables? No, no lo son. Por eso nuestro deber es investigar e informarnos ya que alimentación y salud van de la mano. Puede que en ocasiones el objetivo principal sea: el número en la báscula. Sin embargo, la realidad es que un proceso de cambio requiere de factores nutricionales, físicos y psicológicos. ¿Esto que quiere decir?
Que el numero en la báscula tiene que acompañarse de cambios más profundos a nivel nutricional: el aprender a comer, el tener una buena relación con la comida, aportarle a tu cuerpo las calorías y alimentos que tengan valor nutricional. A nivel físico, adquirir hábitos como el ejercicio y mantenernos activos no solo por la estética o apariencia, sino también por nuestra propia salud. Finalmente, los cambios psicológicos, que es el poder aceptar tu cuerpo, tu imagen, tus tiempos, quererte y llevar toda una transformación personal que hará que puedas lograr tu objetivo y lo puedas mantener en el tiempo.
Te pondremos dos ejemplos:
Nuestro estado emocional va a influir en la adaptación a la dieta o al ejercicio.
El ejercicio sin un adecuado plan nutricional no permitirá que puedas perder peso satisfactoriamente.
Siendo los tres elementos igual de importantes en el proceso, porque se complementan entre sí. Por esta razón, al momento de iniciar una dieta si realmente deseas un buen resultado, tienes que tomar en cuenta todo lo mencionado. Ahora dejaremos algunos consejos para perder peso de forma sana:
Aprende a alimentarte:
Nos referimos a ser conscientes y coherentes con las ingestas de comida. Elegir alimentos que te aporten valor nutricional. De nada sirve hacer dieta de lunes a viernes y caer en atracones o en excesos los fines de semana. No quiere decir que el llevar una vida saludable es vivir restringido de ciertas comidas, tiene que ver con el equilibrio y con las acciones que hagas en tu día a día. Una comida no te hará engordar, pero si te excedes en comida basura, azucares, refrescos, la mayoría de veces, ahí es donde está el verdadero problema.
Elimina el azúcar:
Es necesario eliminar el azúcar de la dieta. Debido a que ésta incrementa el nivel de glucosa en la sangre esto a su vez, hace que el páncreas comience a secretar insulina. Esta hormona le permite a la glucosa entrar en las células de nuestro cuerpo para proporcionarles energía. El problema está cuando consumes demasiada azúcar, ya que este exceso se acumula en forma de grasa.
Evitar los refrescos:
Puesto que tienen un alto contenido de azúcares.
Disminuye el consumo de alcohol:
Las calorías que aporta el alcohol se consideran calorías vacías puesto que no tienen ningún aporte nutricional para tu organismo. Además, al tomar alcohol, todo tu cuerpo se concentra en eliminar esta sustancia del organismo, y retrasa la oxidación de la grasa corporal. Si lo consumes frecuentemente, el exceso de grasa se terminará depositando.
Realiza ejercicio:
Combina ejercicios de cardio con ejercicios de fuerza. Las rutinas de cuerpo completo son eficaces para perder grasa.
Trabaja en ti y tus emociones:
Dedícate tiempo de calidad, para liberar tus emociones y drenarlas sanamente, el ejercicio puede ayudarte en este proceso. Esto es fundamental para manejar nuestras emociones y evitar que las emociones nos manejen a nosotros. Recuerda que la ansiedad nos lleva a que comamos más. Por lo tanto, gestionar las emociones es clave para prevenir los atracones de comida.
Ten paciencia:
No existen recetas mágicas ni milagrosas para bajar de peso. Lo único que te va a llevar a lograr tu objetivo es tener un estilo de vida saludable, comiendo menos calorías de las que gastas, ejercitándote y aceptando que el verdadero proceso, lleva su tiempo.
Sugerencias para un estilo de vida saludable
Hacer ejercicio frecuentemente:
Para poder mantener tu peso a lo largo del tiempo tienes que adoptar nuevos hábitos, uno de ellos es el ejercicio. Si te sueles aburrir de hacer ejercicio, puedes buscar alguna compañía, invitar a un amigo, familiar o a tu pareja para que juntos hagan la rutina de ejercicio o salgan a correr o trotar. Esto te mantendrá más motivado y podrás adquirir el hábito mucho más fácil.
Duerme 7/8 horas:
Tu cuerpo necesita descansar por lo menos entre 7 a 8 horas. Se ha comprobado que las personas que duermen menos de 6 horas suelen tener un aumento de la hormona grelina y una disminución de la hormona leptina. Lo que se traduce en tener más hambre y menos saciedad, aumentando la necesidad de comer.
Intenta estar activo durante el día:
A parte del ejercicio, trata de mantenerte activo caminando en lugar de tomar transporte, subiendo escaleras, etc.
Lleva una dieta sana:
Es necesario aprender y educarnos en los aspectos nutritivos no solo para perder peso, sino para alimentarnos de forma apropiada. Esto asegurara que, al llegar a tu peso, puedas mantenerlo durante el tiempo. Porque ya sabes que alimentos tu cuerpo amerita para estar sano y en forma.
Trata de mantener un equilibrio físico y psicológico:
El estrés influye en la pérdida de peso, por eso, tener paciencia con nosotros mismos, entender que cada persona pierde peso a su propio tiempo nos ayudará a tener mente abierta y a no presionarnos. Aunado a ello, las complicaciones del día a día y del trabajo necesitan ser drenadas. Puedes optar por practicar yoga, meditación, conversar con personas cercanas sobre lo que sientes, escribirlo y, sobre todo, comprenderte.
Tu cuerpo puede soportar cualquier esfuerzo, es tu mente a la que tienes que convencer
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