¿Te ha pasado que has hecho dietas y al terminarla vuelves a recuperar el peso que anteriormente tenías? ¿o inclusive ganaste más peso del que tenías antes de iniciar la dieta? Si tu respuesta es sí, en este blog conocerás por qué te ocurrió y que hacer para evitar que vuelva a suceder. Ahora, en caso de que no te haya sucedido, puedes leer estas advertencias si quieres iniciar un proceso de dieta de la forma más saludable posible.
¿Qué es el efecto rebote?
El efecto rebote es recuperar el peso perdido una vez que finalizas una dieta. Veamos un caso de ejemplo:
María inicia una dieta que consiguió en internet, ésta promete bajar de peso de forma rápida. La hace y al poco tiempo cumple su objetivo, bajo de peso. Cuando no puede seguir esa dieta porque le genera mucha ansiedad, pasa hambre. María toma la decisión de dejarla pensando que todo seguirá como estaba y vuelve a comer como solía hacerlo, pasado un tiempo corto, María recupera el peso que perdió y terminó pesando más de lo que pesaba antes.
Tu pensarás, ¿Cómo es posible? ¿Qué sucede en su organismo para que María gane el peso que había perdido?
Al igual que María, muchas personas inician una dieta con la idea de querer bajar de peso de forma rápida, si es posible fácil y sin tener que invertir en ejercicio. Las dietas que consigues en internet, las que te puede contar un amigo, un vecino son dietas generales, por lo tanto, no aplican a todos los casos. Así como tu eres diferente al resto de personas del mundo por tus características físicas y personales, a nivel nutricional somos distintos. Los requerimientos nutricionales que tu necesitas no son los mismos que tu primo pueda necesitar, tu mamá, tus amigos etc.
Al hacer una dieta general, tu no sabes en base a cuantas calorías se ha formulado esa dieta, en base a cuál requerimiento nutricional, inclusive, no conoces cual es el tuyo. Entonces, suele ser muy común que estas dietas sean muy bajas en calorías, eso contribuye a que pierdas peso rápidamente. Lo que se omite es que tu no vas a perder grasa con estas dietas, tu pierdes músculo y agua. A parte, el metabolismo se vuelve más lento, se disminuye la quema de calorías en reposo, porque el cuerpo lo percibe como una falta de nutrientes y almacena grasa corporal por si la necesitara en un futuro.
¿Por qué se pierde músculo? Al ingerir una cantidad de energía menor a nuestro gasto calórico, luego de un periodo de tiempo, nuestro organismo usará las reservas de glucosa, glucógeno y grasa para obtener energía. Gran parte de esa energía proviene del líquido intra, extracelular y de masa muscular.
Al llevar un tiempo realizando este tipo de dieta, se va a reducir el tamaño de masa muscular, por lo tanto, de las calorías que tu cuerpo necesita. Cuando se pierde músculo, se disminuye el gasto calórico, es decir, gastamos menos energía. Si tú decides desistir de la dieta y vuelves a adoptar los hábitos que tenias antes de iniciar el proceso (porque con esa dieta no aprendiste a comer ni a cambiar tu relación con la comida, es normal que vuelvas a comer tal cual como lo hacías antes de iniciar), vas a subir de peso rápidamente. Porque estas comiendo más calorías de las que tu cuerpo necesita. Eso es a lo que llamamos efecto rebote.
¿Cómo puedes evitar tener efecto rebote?
Evita a toda costa iniciar una dieta extrema, donde las prohibiciones de alimentos sea la base del plan y prometan grandes pérdidas peso. Lo saludable es perder entre 500 gramos a 1 kg a la semana, con dietas elaboradas por un profesional, en base a tu requerimiento nutricional, es decir, una dieta totalmente personalizada.
Realiza una dieta donde puedas aprender a llevar un estilo de vida saludable, que no sea solo para bajar de peso, sino que vaya mucho más allá. Porque al aprender que alimentos, porciones y hábitos debes tener, esto te podrá garantizar de que, al finalizar la dieta, puedas mantenerla en el tiempo.
Incorpora a tu vida el ejercicio, sabemos que a algunas personas le puede parecer pesado o aburrido. Pero ejercitarse es vital en el proceso de pérdida de peso y ganancia muscular, además de traernos beneficios en nuestra salud física y mental.
Al culminar la dieta, es fundamental llevar una dieta de mantenimiento. Esta consiste en aprender a disfrutar de la comida de forma sana, sin recurrir en excesos de comida o sin ningún control.
Cuida lo que comes la mayor parte del tiempo, nos referimos a tus hábitos, el peso es la suma de las acciones que venimos realizando la mayor parte de los días. Si predomina en tu dieta la comida chatarra, grasas trans o comidas con bajo valor nutricional; se verá reflejado no solo en la báscula sino en tu salud. Al igual, si llevas hábitos saludables, gozaras de una mejor calidad de vida.
Adquiere hábitos: no puedes pasar toda tu vida haciendo dieta, la finalidad es que logres adoptar nuevos hábitos en tu rutina como el aprender a comer y hacer ejercicio frecuente. Esto evitara que ganes peso de forma descontrolada y que te mantengas en tu peso ideal.
Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia
Comments